Un único Bien
La muerte de Sócrates - Jacques-Louis David |
¿Qué es el Bien? La pregunta nos
acecha en todas nuestras decisiones y, en las más destacadas, se presenta ante
nosotros para hacernos dudar de nuestra elección. ¿Obramos correctamente?
¿Estamos haciendo el Bien? Pues que la búsqueda del Bien es inevitable, ya que,
en último lugar, hacer el Bien debería revertir sobre nosotros mismos y, de
esta forma, lograríamos mejorar nuestra propia vida.
Todos los seres humanos
persiguen, pues, de alguna manera, hacer el Bien, con distintas motivaciones
reales pero con esa única razón subyacente a todas. Mas, ¿podríamos decir que
todas las búsquedas son, en realidad una? Y, de esta forma, ¿si todas las
búsquedas son una única, hay un único resultado posible, universal, al que
todos queremos llegar?
Para poder contestar a estas
preguntas debemos primero reflexionar sobre la auténtica naturaleza del Bien.
En principio, podríamos decir como aproximación que el Bien es mejorar, es
alcanzar un estado utópico de relaciones, de pertenencias, de tal modo que, en
la perfección alcanzada, los más puros anhelos sean efectivamente contestados,
respondidos, sin que nada se interponga en dicha materialización, realizando a
todos los seres humanos, en su más alta concepción.
Obviamente, esta definición es
mejorable, pues de los conceptos abstractos cabe extraer innumerables
interpretaciones correctas, en función de la aproximación que desde su
experiencia vital propia cada individuo efectúa del término. No obstante,
consideremos que esto es puramente correcto aunque sólo lo sea parcialmente.
Parece, pues, que no cabe pensar en el Bien sino como estado culmen de las
cosas, como lo mejor posible, y, por tanto, todo aquello que no sea tal no
podrá ser íntegramente Bien, sino algo intermedio, imperfecto, que, por otra
parte, sin ser puramente Mal, no podrá tampoco ser Bien.
Así, de esta manera, aparece
ante nosotros una verdad: que hacer el Bien no puede ser sino buscar lograr el
mejor estado de todo, aquél en el que, como ya decía antes, los seres humanos
vivan realizados sin preocupaciones ni problemas, pues todos sus deseos podrían
estar cumplidos. Y si el Bien es lograr la mejoría vital para todos y cada uno de los seres
humanos, ese Bien no es otro que el bien común, un único Bien para todas las personas, un
único Bien para el mundo, un valor absoluto y universal que a todos nos atañe,
como ya dijera Sócrates en la Grecia clásica.
Y el camino para lograr esto ha de ser único,
pues que la búsqueda es única, y aunque existan atajos parciales, estos
desvirtúan el objetivo último al no pretender el bien de todos, al buscar el
bien individual o colectivo, pero nunca total, que no es Bien, sino ese algo
intermedio del que ya hablaba antes, y a través del cual no cabe acceder al
Bien.
Es, así, hacer el bien común el
resultado de la búsqueda del Bien que todos emprendemos, pero que algunos no
enfocan correctamente al pretender su propio bien y no darse cuenta que, sólo a
través de la realización de los seres humanos en conjunto, podrá acceder al
Bien total, ya que únicamente así todos podríamos conjuntamente contribuir y vivir, en última
instancia, de la mejor forma posible.
Bien Diego, efectivamente te veo muy socrático.
ResponderEliminarSaludos